Ya fueron dados a conocer los equipos de baloncesto en ambos sexos que participarán en la V Olimpiada del Deporte Cubano, programada para iniciar sus competencias a partir del 15 de este mes. Una buena oportunidad para evaluar el potencial de esta disciplina deportiva y ver en que aspecto se debe hacer más hincapié con el fin de mejorar nuestros resultados.
En un anterior comentario este reportero abundó en los principales problemas en el sector masculino, teniendo en cuenta la actuación de los muchachos en la Liga Superior y el poco avance que con relación al año pasado. En esta oportunidad me referiré a las féminas, las cuales no están exentas de las dificultades que a diario vemos en los tabloncillos de juego.
Opino que resultó muy halagüeño haber introducido una serie para mujeres, a la par de la versión masculina. Una magnífica idea que debe dar sus frutos en muy pocos años, si se mantiene y cada provincia asegura la calidad de la competición con el fin de estimular a las jugadoras. No se puede pensar que ya todo esta hecho, porque se corre el riesgo de fracasar.
Por primera vez en Cuba, se le dio la oportunidad de jugar con un aceptable nivel, a un grupo de jugadoras nuevas y otras con talento que después de escogida la preselección nacional desaparecían del ámbito competitivo. Primero la Liga Especial y luego la Superior mostraron que en las provincias hay atletas con mucha perspectiva, que sólo necesitan pulir algunos detalles para convertirse en buenas jugadoras de baloncesto.
Por eso son tan necesarias estas lides, y a mi entender son vitales si queremos volver a tener los resultados de antaño en el sexo femenino. Hasta el 2003, las cubanas dominaban sin muchas dificultades en el área centroamericana y en todo el continente ganaban y perdían con las mejores selecciones de Estados Unidos y Brasil.
Pero luego el nivel descendió y la escuadra antillana comenzó a mostrar series deficiencias que la hicieron ocupar lugares de retaguardia en todos los torneos que participaban. Mientras muchos países desarrollaban sus jugadoras, como es el caso de Argentina y Chile, Cuba se quedaba por detrás.
Según lo visto en la versión de la Liga Superior, tenemos una gran cantera de jugadoras con mucho talento físico, buen somatotipo y grandes condiciones para jugar baloncesto. Los técnicos tienen el deber de desarrollarlas, pero por mucho que se haga dentro de nuestro país, nunca será suficiente si no topamos a nivel internacional.
Por ejemplo este año 2010, la selección femenina no tendrá opciones de rozar con las mejores selecciones del continente americano, aspecto que según mi punto de vista debe incidir en la madurez de algunas jugadoras jóvenes que tendrán que esperar una nueva temporada para desarrollarse plenamente como atletas.
Cuba no estará en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, por las razones que ya se conocen, pero tampoco estará en otras competencias de mucha valía y eso provoca atrasos en el rendimiento individual y muchas veces malestares, decepción entre otras cosas negativas.
Por lo pronto sólo la V Olimpiada del Deporte Cubano será la principal prueba de nuestras muchachas que divididas en tres equipos deben dar un gran espectáculo. Teniendo en cuenta las nóminas de las féminas, a todas luces las orientales, parecen el equipo a derrotar dentro de esta lid que organizará la provincia de Ciego de Ávila con la presencia además de elencos de Venezuela y Guatemala.
En el conjunto oriental participarán nueve integrantes de Santiago de Cuba y Guantánamo, Campeón y Subcampeón respectivamente de la Liga Superior. Al fabuloso trío indómito de Isniedis Casanova y Oyanaisis Gelis como bases organizadoras, además de la alero Cariola Hechavarría, se le suma la estelar pívot guantanamera Clenia Noblet y la joven Islen Carbonell con mucho futuro dentro del más creativo y dinámico de los deportes de equipo.
En el papel, mirando estas estelares figuras, las chicas del este del país parecen superiores, pero las otras nóminas cubanas están bien parejas con jugadoras de la talla de las espirituanas Marlene Cepeda y Yamara Amargo, junto a la agramontina Leidis Oquendo como principales figuras de las Centrales, así como las Occidentales Arlenis Romero y Yuliseni Soria entre muchas otras.
Queda entonces seguir trabajando y no conformarse con cumplir sólo los objetivos trazados dentro de nuestras competencias. Pienso que al igual que en el sexo masculino, si se pueden obtener grandes resultados, el material humano está, sólo queda desarrollarlo. Ese es su gran reto.
En un anterior comentario este reportero abundó en los principales problemas en el sector masculino, teniendo en cuenta la actuación de los muchachos en la Liga Superior y el poco avance que con relación al año pasado. En esta oportunidad me referiré a las féminas, las cuales no están exentas de las dificultades que a diario vemos en los tabloncillos de juego.
Opino que resultó muy halagüeño haber introducido una serie para mujeres, a la par de la versión masculina. Una magnífica idea que debe dar sus frutos en muy pocos años, si se mantiene y cada provincia asegura la calidad de la competición con el fin de estimular a las jugadoras. No se puede pensar que ya todo esta hecho, porque se corre el riesgo de fracasar.
Por primera vez en Cuba, se le dio la oportunidad de jugar con un aceptable nivel, a un grupo de jugadoras nuevas y otras con talento que después de escogida la preselección nacional desaparecían del ámbito competitivo. Primero la Liga Especial y luego la Superior mostraron que en las provincias hay atletas con mucha perspectiva, que sólo necesitan pulir algunos detalles para convertirse en buenas jugadoras de baloncesto.
Por eso son tan necesarias estas lides, y a mi entender son vitales si queremos volver a tener los resultados de antaño en el sexo femenino. Hasta el 2003, las cubanas dominaban sin muchas dificultades en el área centroamericana y en todo el continente ganaban y perdían con las mejores selecciones de Estados Unidos y Brasil.
Pero luego el nivel descendió y la escuadra antillana comenzó a mostrar series deficiencias que la hicieron ocupar lugares de retaguardia en todos los torneos que participaban. Mientras muchos países desarrollaban sus jugadoras, como es el caso de Argentina y Chile, Cuba se quedaba por detrás.
Según lo visto en la versión de la Liga Superior, tenemos una gran cantera de jugadoras con mucho talento físico, buen somatotipo y grandes condiciones para jugar baloncesto. Los técnicos tienen el deber de desarrollarlas, pero por mucho que se haga dentro de nuestro país, nunca será suficiente si no topamos a nivel internacional.
Por ejemplo este año 2010, la selección femenina no tendrá opciones de rozar con las mejores selecciones del continente americano, aspecto que según mi punto de vista debe incidir en la madurez de algunas jugadoras jóvenes que tendrán que esperar una nueva temporada para desarrollarse plenamente como atletas.
Cuba no estará en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, por las razones que ya se conocen, pero tampoco estará en otras competencias de mucha valía y eso provoca atrasos en el rendimiento individual y muchas veces malestares, decepción entre otras cosas negativas.
Por lo pronto sólo la V Olimpiada del Deporte Cubano será la principal prueba de nuestras muchachas que divididas en tres equipos deben dar un gran espectáculo. Teniendo en cuenta las nóminas de las féminas, a todas luces las orientales, parecen el equipo a derrotar dentro de esta lid que organizará la provincia de Ciego de Ávila con la presencia además de elencos de Venezuela y Guatemala.
En el conjunto oriental participarán nueve integrantes de Santiago de Cuba y Guantánamo, Campeón y Subcampeón respectivamente de la Liga Superior. Al fabuloso trío indómito de Isniedis Casanova y Oyanaisis Gelis como bases organizadoras, además de la alero Cariola Hechavarría, se le suma la estelar pívot guantanamera Clenia Noblet y la joven Islen Carbonell con mucho futuro dentro del más creativo y dinámico de los deportes de equipo.
En el papel, mirando estas estelares figuras, las chicas del este del país parecen superiores, pero las otras nóminas cubanas están bien parejas con jugadoras de la talla de las espirituanas Marlene Cepeda y Yamara Amargo, junto a la agramontina Leidis Oquendo como principales figuras de las Centrales, así como las Occidentales Arlenis Romero y Yuliseni Soria entre muchas otras.
Queda entonces seguir trabajando y no conformarse con cumplir sólo los objetivos trazados dentro de nuestras competencias. Pienso que al igual que en el sexo masculino, si se pueden obtener grandes resultados, el material humano está, sólo queda desarrollarlo. Ese es su gran reto.
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