Ya comenzaron las competencias del Voleibol en los I Juegos Olímpicos de la Juventud que con todo éxito se celebran en Singapur. Cuba debutará frente al elenco de Argentina, con la etiqueta de favorito en esta lid, teniendo en cuenta que en su nómina aparece el estelar atacador auxiliar indómito Wilfredo León, integrante del equipo cubano que alcanzó el cuarto lugar en la recién concluida Liga Mundial de Voleibol.
León con apenas 17 años cumplidos, está en la principal selección nacional desde los 14 años y sin duda es el jugador cubano que más juega durante todo el año, contando los compromisos del primer conjunto nacional, el equipo cubano de cadetes y el juvenil, competencias donde León siempre es llamado a filas. En mi opinión esta sobrecarga de juego no beneficia a este espectacular jugador.
Pienso que ya las principales autoridades del deporte de la malla alta en Cuba deberían preservarlo para los momentos cumbres del equipo de mayores, porque contrario a lo que piensan algunos especialistas y periodistas deportivos, desde hace algún tiempo este muchacho santiaguero dejó de ser una promesa del voleibol mundial, para convertirse en uno de los mejores jugadores de todo el orbe. Y como lo es, debemos cuidarlo.
Quizás fue una decisión muy personal del Rey León participar en estos Juegos Olímpicos de la Juventud, buscando una vez más poner bien en alto el nombre de la Patria y conseguir una corona que sería histórica para esta nueva generación de jugadores, un gran aliciente además, para seguir desarrollando esta disciplina en nuestro país. Si así fue pues está en todo su derecho.
De lo contrario pienso que no debió integrar el equipo, prácticamente sin descanso y con un compromiso tan importante y tan cercano como el Campeonato Mundial de Voleibol que se celebrará en Septiembre en varias ciudades de Italia. Muchos pensarán que esta competencia será buena para el antillano, sobre todo porque en nuestro país los jugadores carecen de topes internacionales, pero tampoco es así.
La calidad de los atletas que compiten en esta lid no está a la altura de Wilfredo León. El adolescente santiaguero está muy por encima de todos los jugadores allí presentes y estos enfrentamientos no le van aportar nada nuevo al muchacho. En mi opinión la dirección técnica de ese elenco debe utilizar al atacador cubano sólo en partidos decisivos y nada más.
León con apenas 17 años cumplidos, está en la principal selección nacional desde los 14 años y sin duda es el jugador cubano que más juega durante todo el año, contando los compromisos del primer conjunto nacional, el equipo cubano de cadetes y el juvenil, competencias donde León siempre es llamado a filas. En mi opinión esta sobrecarga de juego no beneficia a este espectacular jugador.
Pienso que ya las principales autoridades del deporte de la malla alta en Cuba deberían preservarlo para los momentos cumbres del equipo de mayores, porque contrario a lo que piensan algunos especialistas y periodistas deportivos, desde hace algún tiempo este muchacho santiaguero dejó de ser una promesa del voleibol mundial, para convertirse en uno de los mejores jugadores de todo el orbe. Y como lo es, debemos cuidarlo.
Quizás fue una decisión muy personal del Rey León participar en estos Juegos Olímpicos de la Juventud, buscando una vez más poner bien en alto el nombre de la Patria y conseguir una corona que sería histórica para esta nueva generación de jugadores, un gran aliciente además, para seguir desarrollando esta disciplina en nuestro país. Si así fue pues está en todo su derecho.
De lo contrario pienso que no debió integrar el equipo, prácticamente sin descanso y con un compromiso tan importante y tan cercano como el Campeonato Mundial de Voleibol que se celebrará en Septiembre en varias ciudades de Italia. Muchos pensarán que esta competencia será buena para el antillano, sobre todo porque en nuestro país los jugadores carecen de topes internacionales, pero tampoco es así.
La calidad de los atletas que compiten en esta lid no está a la altura de Wilfredo León. El adolescente santiaguero está muy por encima de todos los jugadores allí presentes y estos enfrentamientos no le van aportar nada nuevo al muchacho. En mi opinión la dirección técnica de ese elenco debe utilizar al atacador cubano sólo en partidos decisivos y nada más.
Wilfredo León es insustituible en su posición de atacador auxiliar dentro del principal conjunto cubano. Actualmente no tenemos en el país un jugador que cumpla con los requisitos de recibir y atacar con efectividad dentro de esa formación para reemplazar a los dos regulares, por lo que tanto León como Yohandry Leal son vitales en las aspiraciones cubanas de logra un buen resultado en el Torneo Mundial.
El atleta santiaguero fue el mejor jugador del Torneo NORCECA de la categoría, donde se clasificó para estos Juegos. En el año ya acumula más de 30 partidos internacionales y por mucha preparación física que se tenga es necesario descansar, y eso es lo que menos hará el jovencito porque en cuanto se termine esta competencia, se sumará a los entrenamientos del seleccionado nacional.
Pienso que esta será la última confrontación del indómito en los equipos de categorías inferiores, aunque todavía le quedan unos años para dejar de ser juvenil. De todos modos es necesario cuidarlo para que en muy poco tiempo se convierta en el mejor jugador del mundo. Si continúa la sobrecarga correrá el riesgo de entorpecer el desarrollo de un gran atleta.
El atleta santiaguero fue el mejor jugador del Torneo NORCECA de la categoría, donde se clasificó para estos Juegos. En el año ya acumula más de 30 partidos internacionales y por mucha preparación física que se tenga es necesario descansar, y eso es lo que menos hará el jovencito porque en cuanto se termine esta competencia, se sumará a los entrenamientos del seleccionado nacional.
Pienso que esta será la última confrontación del indómito en los equipos de categorías inferiores, aunque todavía le quedan unos años para dejar de ser juvenil. De todos modos es necesario cuidarlo para que en muy poco tiempo se convierta en el mejor jugador del mundo. Si continúa la sobrecarga correrá el riesgo de entorpecer el desarrollo de un gran atleta.
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