El triple salto es una de las más complejas modalidades del atletismo. Piernas fuertes, buenos músculos abdominales, velocidad en la carrera y sobre todo una gran potencia física son aspectos que no deben faltar en un saltador de triple.
Esta especialidad forma parte del programa olímpico desde su primera cita moderna en Atenas 1896 y en los primeros años estuvo dominada solamente por competidores de Estados Unidos, Japón y de algunos países europeos.
El brasileño Adhemar Ferreira da Silva acabó con esa hegemonía coronándose en las olimpiadas de Helsinki 1952 y Melbourne 1956, marcando un camino que luego seguirían su compatriota Joao Carlos de Oliveira y el cubano Pedro Pérez Dueñas, cada uno en su época logrando implantar records mundiales en esta especialidad.
Únicamente estos dos países latinoamericanos y alguna que otra individualidad de Jamaica, le daban batalla a los grandes triplistas estadounidenses y soviéticos en las décadas finales del siglo 20. La tradición ha continuado y en la actualidad los mejores exponentes del salto triple en Latinoamérica son los cubanos y en menor medida los brasileños.
Entre las damas la situación es similar y desde que las féminas compiten en esta especialidad las antillanas han ganado varias competencias de nivel, mostrando siempre grandes potencialidades.
Pero en este año 2011 las noticias en el Triple Salto femenino han incluido una nueva estrella latinoamericana y no es ni cubana, ni brasileña.
Mostrando una progresión asombrosa Catherine Ibarguen parece haber encontrado por fin la modalidad en la que cumplirá todos sus sueños. Luego de incursionar sin éxito en el salto de altura, en el largo y hasta en el heptalón, la atleta colombiana de 27 años ha impuesto marcas históricas para su país y su área geográfica en casi todas las competencias donde ha participado este año.
A quien debe tan buenos resultados en esta difícil modalidad atlética? Pues a quien ella considera el mejor entrenador del mundo: el santiaguero Ubaldo Duany, un exsaltador de longitud que perteneció al equipo nacional cubano en la década del 80 del siglo pasado.
Sencillamente Duany, oriundo de Palma Soriano, le ha cambiado la vida a esta muchacha. Poniendo en práctica lo aprendido en la inigualable Escuela cubana de salto, aprovecha las excelentes condiciones físicas de su pupila para convertirla en una de las mejores dentro del triple salto mundial.
Siguiendo a cabalidad los consejos de su mentor, Catherine Ibarguen, ganadora recientemente de los Juegos Panamericanos, con record incluido, se prepara para pronto superar la barrera de los 15 metros, algo que en mi opinión lograra sin problemas, y llegar a lo más alto del podio de premiaciones en los Juegos Olímpicos de Londres.
Una gran rival sin dudas para nuestra Yargelis Savigne, quien deberá fortalecer su preparación con vistas a la cita estival del próximo año y emplearse a fondo para poder derrotar a una contrincante que en cada presentación enseña sus grandes cualidades competitivas.
Desde ya está planteado un duelo con sabor cubano en esta atractiva modalidad del atletismo. La guantanamera por mantener sus grandes resultados, que incluyen dos títulos mundiales y un cuarto lugar olímpico y la colombiana, radicada en Puerto Rico, por inscribir su nombre en la historia del deporte mundial.
Esta especialidad forma parte del programa olímpico desde su primera cita moderna en Atenas 1896 y en los primeros años estuvo dominada solamente por competidores de Estados Unidos, Japón y de algunos países europeos.
El brasileño Adhemar Ferreira da Silva acabó con esa hegemonía coronándose en las olimpiadas de Helsinki 1952 y Melbourne 1956, marcando un camino que luego seguirían su compatriota Joao Carlos de Oliveira y el cubano Pedro Pérez Dueñas, cada uno en su época logrando implantar records mundiales en esta especialidad.
Únicamente estos dos países latinoamericanos y alguna que otra individualidad de Jamaica, le daban batalla a los grandes triplistas estadounidenses y soviéticos en las décadas finales del siglo 20. La tradición ha continuado y en la actualidad los mejores exponentes del salto triple en Latinoamérica son los cubanos y en menor medida los brasileños.
Entre las damas la situación es similar y desde que las féminas compiten en esta especialidad las antillanas han ganado varias competencias de nivel, mostrando siempre grandes potencialidades.
Pero en este año 2011 las noticias en el Triple Salto femenino han incluido una nueva estrella latinoamericana y no es ni cubana, ni brasileña.
Mostrando una progresión asombrosa Catherine Ibarguen parece haber encontrado por fin la modalidad en la que cumplirá todos sus sueños. Luego de incursionar sin éxito en el salto de altura, en el largo y hasta en el heptalón, la atleta colombiana de 27 años ha impuesto marcas históricas para su país y su área geográfica en casi todas las competencias donde ha participado este año.
A quien debe tan buenos resultados en esta difícil modalidad atlética? Pues a quien ella considera el mejor entrenador del mundo: el santiaguero Ubaldo Duany, un exsaltador de longitud que perteneció al equipo nacional cubano en la década del 80 del siglo pasado.
Sencillamente Duany, oriundo de Palma Soriano, le ha cambiado la vida a esta muchacha. Poniendo en práctica lo aprendido en la inigualable Escuela cubana de salto, aprovecha las excelentes condiciones físicas de su pupila para convertirla en una de las mejores dentro del triple salto mundial.
Siguiendo a cabalidad los consejos de su mentor, Catherine Ibarguen, ganadora recientemente de los Juegos Panamericanos, con record incluido, se prepara para pronto superar la barrera de los 15 metros, algo que en mi opinión lograra sin problemas, y llegar a lo más alto del podio de premiaciones en los Juegos Olímpicos de Londres.
Una gran rival sin dudas para nuestra Yargelis Savigne, quien deberá fortalecer su preparación con vistas a la cita estival del próximo año y emplearse a fondo para poder derrotar a una contrincante que en cada presentación enseña sus grandes cualidades competitivas.
Desde ya está planteado un duelo con sabor cubano en esta atractiva modalidad del atletismo. La guantanamera por mantener sus grandes resultados, que incluyen dos títulos mundiales y un cuarto lugar olímpico y la colombiana, radicada en Puerto Rico, por inscribir su nombre en la historia del deporte mundial.
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