Desde los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964 cuando el estelar
velocista Enrique Figuerola obtuvo la medalla de plata en la final de los 100
metros planos, la provincia de Santiago de Cuba siempre ha logrado que alguno
de sus representantes suban al podio de premiaciones en todos los Juegos en los
que Cuba ha participado a partir de ese momento.
Parecía que en Londres estas excelentes actuaciones llegarían a su
fin pero en la penúltima jornada de competencias el mejor taekwondoca cubano en
la actualidad se encargó de mantener en alto el nombre de su terruño. En mi
opinión tenía para agenciarse el título, pero el deporte es así.
Robelis Despaigne Sauquet fue el único de los 21 representantes de
esta provincia que regresó de los recién finalizados Juegos Olímpicos celebrados
con todo éxito en la capital del Reino Unido con una medalla. El indómito se
agenció uno de los metales bronceados en la división de más de 80 kilogramos en
una disciplina deportiva que lleva cuatro juegos olímpicos consecutivos
aportando preseas a la delegación cubana.
El Campeón Mundial Universitario sólo cayó una vez en Londres en
un disputado combate que tuvo decisión en tiempo extra frente al que a la postre
sería el subcampeón olímpico, el gabonés Anthony Obame. Después de este
traspiés Robelis derrotó por superioridad a un representante de Samoa y en la
disputa del oro ganó por no presentación del conocido Daba Keita de Mali.
Fue este el metal bronceado número 19 para los santiagueros en la
historia de los Juegos Olímpicos, quienes además acumulan 14 preseas doradas y
17 plateadas. No por gusta esta provincia está considerada como potencia
deportiva a nivel nacional y creo que sin dudas es una de la que mayores lauros
acumula en todos los certámenes olímpicos.
Las mejores actuaciones se produjeron en los Juegos Olímpicos de
Barcelona 1992 y Sídney 2000 cuando los indómitos regresaron a la patria con
tres títulos: los del boxeador Héctor Vinent, y los equipos de béisbol y
voleibol femenino en los q militaban Antonio Pacheco, Orestes Kindelán y
Mercedes Calderón en la ciudad condal, mientras que en Sydney ganaban el
boxeador Guillermo Rigondeaux, la judoca Sibelis Veranes y el vallista corto
Anier García.
En la justa de Barcelona se alcanzó la mayor cosecha con dos
medallas de plata y cinco de bronce, con figuras de la talla de los judocas
Estela Rodríguez, Amarilis Savón e Israel Hernández, el luchador Juan Luis
Marén y la espectacular corredora palmera Ana Fidelia Quirot, todos múltiples medallistas en Juegos Olímpicos.
Con esta actuación Robelis se convierte en el cuadragésimo noveno
deportista santiaguero que logra subir al podio de premiaciones en la principal
cita del deporte mundial, y de paso mantiene en alto el nombre de Santiago de
Cuba, territorio que desde los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, siempre ha
logrado medallas.
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