La selección cubana de balonmano no pudo lograr su clasificación al Campeonato Mundial de la disciplina que acogerá Suecia en enero del 2011. Los antillanos cayeron en la discusión del bronce frente al equipo de Chile en el Torneo Panamericano Élite que culminó en la ciudad de Santiago de Chile.
Los anfitriones, apoyados por su público, lograron dominar un encuentro muy disputado en el que ambos equipos se jugaban su inclusión en el torneo del orbe. Los cubanos jugaron bien la primera mitad con una defensa hermética y muy buenas acciones en el ataque, pero los chilenos no permitieron que sus rivales se despegaran mucho en el marcador.
La primera mitad terminó favorable a los nuestros 14 goles por 13, pero en la segunda parte los locales salieron decididos a buscar las medallas de bronce y el último boleto mundialista y lo consiguieron por primera vez en su historia. La pizarra final de 34 goles por 31 demostró que no sólo con una gran preparación física se puede ganar, hacen falta topes internacionales de nivel para que el balonmano cubano crezca.
Los chilenos neutralizaron la fortaleza física cubana con un gran trabajo de equipo, desplegándose muy rápido en defensa y contraatacando con mucha efectividad. En las filas de los locales jugaron cuatro atletas que se desempeñan en ligas profesionales europeas, encabezados por los hermanos Emil y Erwin Feuchtmann, Erwin y Rodrigo Salinas, otro de los refuerzos, marcaron 9 dianas cada uno para comandar la ofensiva de su elenco.
Los anfitriones, apoyados por su público, lograron dominar un encuentro muy disputado en el que ambos equipos se jugaban su inclusión en el torneo del orbe. Los cubanos jugaron bien la primera mitad con una defensa hermética y muy buenas acciones en el ataque, pero los chilenos no permitieron que sus rivales se despegaran mucho en el marcador.
La primera mitad terminó favorable a los nuestros 14 goles por 13, pero en la segunda parte los locales salieron decididos a buscar las medallas de bronce y el último boleto mundialista y lo consiguieron por primera vez en su historia. La pizarra final de 34 goles por 31 demostró que no sólo con una gran preparación física se puede ganar, hacen falta topes internacionales de nivel para que el balonmano cubano crezca.
Los chilenos neutralizaron la fortaleza física cubana con un gran trabajo de equipo, desplegándose muy rápido en defensa y contraatacando con mucha efectividad. En las filas de los locales jugaron cuatro atletas que se desempeñan en ligas profesionales europeas, encabezados por los hermanos Emil y Erwin Feuchtmann, Erwin y Rodrigo Salinas, otro de los refuerzos, marcaron 9 dianas cada uno para comandar la ofensiva de su elenco.
En la gran final los argentinos sorprendieron al super favorito equipo de Brasil 28 goles por 27 (10-11) y se llevaron la corona de la lid. De esta forma los gauchos se desquitaron de los reveses sufridos ante los brasileños en varios torneos continentales, ambos representarán nuevamente a América en un Mundial de Balonmano, junto a los chilenos.
Los cubanos después de ganar sus dos primeros encuentros cayeron en los tres restantes y ni siquiera pudieron obtener una medalla. Argentina fue el único conjunto que culminó invicto su accionar en cinco presentaciones. Con este resultado los antillanos pierden la posibilidad de enfrentarse a equipos de alto nivel y el año que viene enfrentarán los Juegos Panamericanos de Guadalajara con las mismas desventajas.
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