La provincia de Santiago de Cuba siempre ha sido una de
las principales plazas del boxeo en Cuba. Campeones olímpicos y mundiales de la
talla de Emilio Correa y Héctor Vinent, y muchos otros se han formado en las
academias de este territorio.
Recientemente concluyó en Camagüey el Torneo Nacional de
Boxeo por Equipos y allí los indómitos realizaron una de las peores
demostraciones de los últimos años. Cayeron en sus cinco compromisos, en una
lid donde no participaron el principal equipo nacional con sus ocho púgiles
clasificados a los Juegos Olímpicos de Londres.
En definitiva los santiagueros fueron últimos con 153
unidades y únicamente no pudieron contar con el 91 kilogramos José Ángel
Larduet, principal figura cubana en ese peso y el 69 kilogramos Arisnoide
Despaigne. Por eso opino que el resultado no refleja la verdadera calidad de los indómitos.
Sorpresivas derrota a manos de Villa Clara y Pinar del
Río, además de ser superados ampliamente por los camagüeyanos, Campeones por
segundo año consecutivo, así como por los guantanameros y habaneros, dejaron a
Santiago de Cuba en el sótano de este tradicional certamen.
Los técnicos y entrenadores deberán analizar cada
problema y tratar de resolverlos, así como profundizar el trabajo desde la
base, cantera de los futuros campeones. Los métodos de entrenamientos quizás no
fueron los más efectivos y creo que además la preparación para esa lid no
estuvo a la altura de los resultados históricos de las escuadras santiagueras.
Los mejores resultados los obtuvieron Yosvany Hechavarría
ahora en 69 kilogramos y Odisbel Ramírez en los 64. En todas las demás
divisiones fueron más las derrotas que las victorias.
Para los próximos eventos Santiago de Cuba debe trabajar
duro y recuperar las posiciones perdidas en una disciplina deportiva que es
pasión en esta parte del país.
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