El Torneo Panamericano de Balonmano rama femenina, en su primera división, comenzará este martes en la Sala Polivalente Ramón Fonst de la capital cubana. La lid, devina en triangular, contará con la participación de los elencos de Estados Unidos y Venezuela, además de las anfitrionas, quienes tratarán de coronarse frente a su público.
Tres santiagueras jugarán en el equipo cubano, la estelar atacadora Arazay Durán, la palmera Aida Despaigne y la portera Caridad Vizcay, todas integrantes del conjunto cubano que logró el subtitulo en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en el 2007. Las indómitas son piezas claves en la formación nacional y deben desempañar un papel determinante en el resultado final de esta competencia.
Cuba comenzará jugando frente a Venezuela, conjunto contra el que efectuaron una serie de preparación y siempre las nuestras salieron airosas por amplios marcadores. En este primer enfrentamiento las discípulas del director Lorenzo Maturell llevan la etiquetas de favoritas y teniendo en cuenta sus potencialidades deben dominar sin mayores dificultades a sus rivales de turno.
El seleccionado de Estados Unidos puede dar más pelea, aunque en los últimos tiempos su nivel también ha descendido mucho. El partido entre cubanas y norteamericanas en la segunda fecha debe dejar a las locales clasificadas para el Torneo Élite del continente que se celebrará el año que viene.
El otro boleto en disputa lo debe obtener el equipo que gane el partido que cerrára la competencia entre morochas y norteamericanas el jueves próximo. Cuba apoyada en varias jugadoras de experiencia, busca nuevamente insertarse en la élite del balonmano a nivel regional.
Tres santiagueras jugarán en el equipo cubano, la estelar atacadora Arazay Durán, la palmera Aida Despaigne y la portera Caridad Vizcay, todas integrantes del conjunto cubano que logró el subtitulo en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en el 2007. Las indómitas son piezas claves en la formación nacional y deben desempañar un papel determinante en el resultado final de esta competencia.
Cuba comenzará jugando frente a Venezuela, conjunto contra el que efectuaron una serie de preparación y siempre las nuestras salieron airosas por amplios marcadores. En este primer enfrentamiento las discípulas del director Lorenzo Maturell llevan la etiquetas de favoritas y teniendo en cuenta sus potencialidades deben dominar sin mayores dificultades a sus rivales de turno.
El seleccionado de Estados Unidos puede dar más pelea, aunque en los últimos tiempos su nivel también ha descendido mucho. El partido entre cubanas y norteamericanas en la segunda fecha debe dejar a las locales clasificadas para el Torneo Élite del continente que se celebrará el año que viene.
El otro boleto en disputa lo debe obtener el equipo que gane el partido que cerrára la competencia entre morochas y norteamericanas el jueves próximo. Cuba apoyada en varias jugadoras de experiencia, busca nuevamente insertarse en la élite del balonmano a nivel regional.
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